En el equipo de trabajo de sphiral (desarrolladores, analistas, estrategas, financieros, comerciales, etc…) tenemos claro que nadie es más que nadie… por ejemplo, por ser de otro país (que ocurre hoy en día más de lo que pensamos, aún, sí) aunque sí es bien cierto que las diferentes sociedades y culturas a lo largo y ancho del planeta van a diferentes ritmos…. y por eso, nuestro observatorio mira con atención no sólo la realidad y las tendencias locales, sino también las globales.
Sirva esta introducción para hablar bien de nuestros vecinos franceses. Sí, hemos escrito «hablar bien» y «de nuestros vecinos franceses». Oye, por una vez…. que no quede. En los últimos tiempos, en lo que se refiere al ámbito digital professional, están llevando a cabo dos iniciativas que tienen gran relevancia y consideramos no sólo eficaces, sino también eficientes. Más concretamente, se refieren a la comunicación tanto a nivel «intra-NET» como a nivel «extra-NET», algo en lo que nos fijamos mucho porque además, nos encanta.
Allá por 2014 comenzaron a hablar de prohibír los envíos de emails de trabajos después de finalizarse la jornada laboral, por ley, y entró ya en vigor el 1 de enero de 2017. Al margen de consideraciones legales, o laborales, nuestra visión en lo que respecta al ámbito PROFESIONAL y EDUCACIONAL era sencillamente, algo NECESARIO: se trabaja de tal a tal hora, con plena disponibilidad, y hay que ser capaz de comunicarse de forma EFICIENTE en esos umbrales de tiempo. Punto. La comunicación ha de ser registrable, ágil, asíncrona… en fin, no nos extenderemos aquí ahora. En cualquier caso, queda demostrado que si los humanos del siglo XXI no estamos sabiendo gestionar nuestras comunicaciones (eligiendo las herramientas adecuadas, aprendiendo conceptual y procedimental a utilizarlas) en este caso el legislador ha dado en el clavo.
Y acá por 2017, leemos que el próximo curso los alumnos no podrán utilizar telefonía móvil en los colegios. Sin ahondar en el texto de esta propuesta, que tendrá decenas de matices, a priori se vislumbra como efectiva para su rendimiento escolar (el arte de saber trabajar es también el de saber descansar…. da repelús ver un patio de colegio con un sol radiante y a cientos de adolescentes sentados cada uno con su móvil, en lugar de estar jugando a lo que sea, o simplemente charlando).
Aún no se sabe en qué quedará esto, pero sería muy interesante abordarlo desde un enfoque más humanista que tecnológico: no es que el exceso de tecnología sea malo por sí mismo… lo que es malo es la falta de socialización entre los próximos. Por eso las herramientas han de ser usadas CÓMO, CUÁNDO y PARA LO QUE han sido diseñadas, y por favor, que tengan un barniz de socialización, que ya estamos en el Internet en color ¿verdad que sí?
Para la reflexión. Escrito quede.